Hace pocos días hemos tenido la suerte de que nos visitase una de las bodegas que recientemente hemos visitado en nuestros viajes, Čotar.
Esta bodega eslovena, situada en el pueblo de Gorjansko, muy cerca de la frontera con Italia y de Trieste, lleva 40 años trabajando el vino natural con multiples uvas (Refosco, Cabernet Sauvignon, Merlot, Malvasia Istriana, Sauvignon Blanc, Vitovska…) en un porcentaje de 50% y 50%. Maceraciones lentas, largas estancias en barriles usados (con un mínimo de dos años) y el saber hacer acumulado, dan como resultado vinos muy personales que se muestra accesibles tanto recién embotellados como después de muchos años aguardando en la botella.
Nos fascinó especialemente la dificultad del terreno y la capacidad de adaptación a las situaciones que las vendimias ofrecen cada año. En un clima tan complicado pueden tener alis pletóricos y otros en los que sólo se cosecha un 30% de la producción normal. En estas circuntancias, la vinificación se ajusta, variando los tiempos de maceración, los porcentajes de vino macerado y sin macerar y otros aspectos que se regulan para mantener el optimo resultado cada año.